miércoles, 13 de enero de 2010

Discurso Marco Enriquez-Ominami Gumucio




Queridos compatriotas, el próximo domingo finaliza un episodio electoral que marcará un antes y un después en la historia de nuestro país, aunque no por quien sea elegido, sino por qué marca el fin de un ciclo.
Quiero agradecer una vez más a todos su ayuda, entrega, coraje, su abnegación, a todos a los que a lo largo y ancho del territorio se organizaron para ayudarnos, a todos y todas los que desde distintas posiciones confiaron en nosotros, a todos gracias.
Esta es la última elección que enfrenta a dos proyectos de la transición, les prometo que eso no se volverá a ocurrir, es mi compromiso de futuro que he venido a confirmar hoy ante ustedes.
Como lo dije antes y lo demostramos hoy, con las inéditas votaciones del Congreso en torno a nuestras propuestas que se convertirán en leyes, el cambio va hacia la política, se toma la política. Esa era mi promesa, rescatar la política para ustedes, para todos los hombres y mujeres de Chile.
El 13 de diciembre afirmé lo que hoy con la misma fuerza subrayo: NOS MUEVEN SOLO IDEAS Y CONVICCIONES, NO HEMOS NEGOCIADO NI NEGOCIARÉ NADA, NO ENTIENDO LA POLITICA COMO UNA ACTIVIDAD DE PROPOSITOS PATRIMONIALES, NO QUIERO NADA PARA MI, NO ME VERÁN EN CARGO ALGUNO EN EL PRÓXIMO GOBIERNO. Seremos independientes del próximo gobierno cualquiera que sea el electo el domingo 17 de enero de 2010. Y haremos una oposición constructiva y propositiva, firme, rigurosa, siempre pensando en lo que sea mejor para Chile y los chilenos.
Somos una tercera fuerza, no le prestaremos ropa a nadie para cubrir sus vergüenzas, por eso construiremos un partido programático, moderno, inclusivo y democrático para rescatar la política. Así como un amplio frente donde confluyan todas las organizaciones y partidos, hombres y mujeres libertarios que quieran cambiar Chile y progresar con él.
Lo que se jugó en esta elección fue mucho más que un candidato u otro, de por sí ambos candidatos finalistas, son demasiado parecidos entre sí, demasiado partícipes de una misma lógica política, demasiado partícipes del pasado oscuro de Chile. Nuestra candidatura represento un aire limpio y fresco en brazos del progresismo del cual somos orgullosos exponentes y acerca del cual el candidato de la derecha marcó una explícita distancia.
Nuestro combate por la dignidad ha hecho parte de una épica que mantendremos siempre: cuando contra todos los pronósticos y malos augurios de los escépticos reunimos 70 mil firmas para poder competir en un sistema diseñado para que no se pueda, cuando recorrimos Chile sin recursos y logramos casi un millón y medio de voluntades para cambiar Chile, cuando nuestras propuestas esenciales por el clamor ciudadano en estas horas han sido votadas, la de Inscripción automática y voto voluntario, la que devuelve al Estado la tuición sobre las aguas, la que fortalece la educación pública entre otras, podemos exclamar que si bien no ganamos por ahora esta elección, nuestras ideas son las grandes ganadoras. Quiero agradecer en particular a los Senadores que hacen posible que sean escuchadas las demandas del 20% tanto a los de la Concertación como los de la Alianza, sí debo precisar que en la ley de aguas, lamentablemente la audacia de los conservadores se transformó en un rechazo absurdo, patrimonial, politiquero y vetusto. 
Repito, no es una distancia, es un abismo lo que nos separa de la candidatura de derecha, como podría ser de otra manera, cuando en el sector que lo apoya están aquellos que llenaron de luto a nuestra patria, los cómplices de los que asesinaron a mi padre, y en nada se arrepienten. Desde ese dolor que también son víctimas directas tantos miles de chilenos está la distancia infranqueable que nos separa de la candidatura de Derecha.
…Hemos dicho que las dos candidaturas se parecen demasiado, Frei y Piñera son personajes del pasado, con ellos no podemos construir el futuro. 
Sin embargo con la derecha que es finalmente la base de sustentación política de Sebastián Piñera nos separa un abismo irreconciliable, por diferencias de ideas, nos separa LA HISTORIA. Y con la Concertación, con el mundo llano que la sustenta, con esos hombres y mujeres que también tienen sueños y convicciones, compartimos una mirada de futuro que nos acerca y nos obliga.
Ante esta coyuntura histórica, ante la incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de Chile hacia el futuro es de MI RESPONSABILIDAD, contribuir en lo que pueda para que eso no ocurra, por tanto declaro formalmente mi decisión de apoyar al Candidato de este pueblo, del 29 % de Chilenos que votaron el 13 de diciembre.
La libertad de ustedes no está puesta en duda al ejercer la mía. Ustedes son los únicos jueces de su conciencia y su voto. Y yo respeto sin exclusiones su decisión.
Esta decisión la comunico haciendo hincapié en que mantengo todas mis críticas y distancias referidas a las directivas de los Partidos, que han cooptado el proyecto por el cual tanta gente soñó y luchó y por cierto declaro que mantengo sin cambio alguno la libertad de acción que tienen mis adherentes. Más aún mi decisión se debe entender con la responsabilidad que tenemos ante la historia de hacer siempre lo que debemos más que lo que queremos en función de la grandeza de Chile y su gente.
Estamos enfrentados a una coyuntura compleja. Nunca les dije a ustedes que esto sería fácil y para cambiar Chile siento que tengo que hacer siempre lo que debo y no me puedo permitir hacer lo que quiero solamente. Un artista, Adolfo Couve alguna vez dijo “lo difícil es lo que hay que hacer, no lo fácil”, créanme que esta decisión es el camino difícil pero lo hago sin titubear, sin temblar, sin culpa y con mi contribución y mi respeto a la cantidad de chilenos que creen y sueñan pero que no estuvieron con nosotros en esta elección pasada. A ellos los convoco a acompañarnos en nuestro combate por el cambio que comienza ahora mismo.
Quiero seguir con ustedes transformando y mejorando la política del futuro. 
No aspiro a Santo ni a iluminado, no quiero ser recordado como mártir, aspiro y me preparo para luchar contra lo mal hecho, la burocracia, las malas prácticas de la política y para eso quien aspira a Presidente de Chile no puede eludir este episodio, donde las bases que eligen expresan visiones legítimas pero distintas. Chile no es una isla en el mar, es parte de un mundo que nos mira y respeta y al mundo tampoco le da lo mismo lo que pase el domingo, la elección del candidato de la derecha representa un retroceso para la integración armónica de América Latina.
“Tengo fe en Chile y su destino” y seguiremos con todos, sin exclusiones, mirando hacia el futuro.
Viva el pueblo, vivan los trabajadores, viva Chile, adelante con toda la fuerza de la Historia

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