lunes, 17 de noviembre de 2008

La participación un imperativo de los tiempos

La consolidación democrática del régimen político de identidad nacional dependerá de las formas en que se integre al gobierno la sociedad civil, pues nada se logrará si la comunidad no hace suyo lo propuesto y lo conserva como propio en el tiempo

viernes, 7 de noviembre de 2008

Un espacio para reflexionar sobre Seguridad Ciudadana

Entre las conclusiones de las reuniones que mantuvimos con dirigentes vecinales respecto a “Observar la realidad social de Chile” nos referimos a la “Promoción del temor y la inseguridad” por parte de los medios de comunicación. En Chile los medios exhiben toda una programación en que se explota la morbosidad, corrompe la inocencia y en forma pedagógica se muestran conductas aberrantes, violentas y antisociales. Corrupción so pretexto de informar. Eso nos hizo meditar sobre el fenómeno de la “Seguridad ciudadana” y la paradoja de que como partido la Democracia Cristiana no tenga otra opinión que no sea esa que se limita solo a más tipos penales, mayores penas y más personas tras las rejas, como si la política de seguridad civil de una sociedad pudiera reducirse a tener un código penal con mayor numero de paginas y una población carcelaria cada vez mas numerosa compuesta mayoritariamente por jóvenes en prisión preventiva.

Hoy nos enfrentamos a un autenticó delirio ante los temas de “seguridad”. La crónica roja como fuente única de las principales noticias, un discurso que impacta emocionalmente deja a los políticos progresistas prisioneros del rating y una realidad manipulada donde la sensación de inseguridad es mayor a la cantidad de delitos cometidos.

Ante esta realidad es que nos planteamos la necesidad de promover un espacio donde pensar una nueva visión de la “seguridad ciudadana”, una visión humanista cristiana con los pies sobre la tierra, que no estigmatice a los más pobres y permita diseñar políticas sociales sobre bases reales que formulen una política de estado que permita una mas fraterna y segura convivencia ciudadana.

Una visión que detenga esa destructiva concepción extremista y neurótica de la seguridad, la misma que perturbó a los colaboradores de la dictadura hasta el punto de creer que fue legitimo valerse de la tortura y la eliminación de personas como si se tratara de una pena justa a infringir a otros porque podrían en un futuro causarles algún daño u oponerse a su concepción de país... y que ahora con otro “enemigo” en la mira, pretende legitimar una vez más a la represión como único instrumento de pacificación social.

SEGURIDAD CIUDADANA

> 1. Los principios para elaborar una política de seguridad de las personas o de seguridad humana, no son distintos a los que deben informar las políticas progresistas en los demás ámbitos de la vida social.

> 2. Libertad, justicia social, solidaridad, igualdad, tolerancia, derechos humanos, equidad, dignidad humana, fraternidad, reflexión critica son de esta manera, los pilares sobre los cuales fundar dicha política.

> 3. Al mismo tiempo ella debe estar al servicio de la transformación social, con un sentido de reducción de la violencia, de disminución y eliminación de las discriminaciones, explotaciones, opresiones, dominaciones y exclusiones que existen en nuestra sociedad.

> 4. Seguridad de las personas o seguridad humana, mejor que seguridad ciudadana, ya que no todos somos ciudadanos ( niños peruanos ilegales), y sí todos merecedores de seguridad. Pero por sobre todo mejor, por que dicho concepto, nacido para reemplazar con sentido igualitario y democrático al de orden público, desvirtuado y desprestigiado por las dictaduras, ha ido perdiendo su contenido inicial, manipulado por los monopolios comunicacionales (político-económico-comunicacionales), para representar la preocupación solo por los delitos cometidos por los sectores mas vulnerables y menos pudientes, los pobres que no son, necesariamente, los mas dañinos socialmente, más allá de lo impactante que la imagen de ello pueda mostrarse.

> 5. El sentido de la reflexión en torno al concepto de Seguridad Ciudadana, es fundar políticas de seguridad concretas, desarrollando dicho concepto y partiendo de la base, que es un concepto complejo, que tiene diferentes dimensiones y que por lo tanto la proposición de políticas debe hacerse cargo también de dicha complejidad.

> 6. Teniendo en cuenta que las políticas de seguridad ciudadana, son políticas destinadas a disminuir la inseguridad ciudadana, se deben considerar que esta tiene dos dimensiones básicas, a saber, la inseguridad objetiva y la inseguridad subjetiva.

> 7. Un concepto de seguridad ciudadana ideal, amplio y comprensivo nos permite entender de manera mas adecuada las razones que hacen posible y colaboran en generar la inseguridad ciudadana, y a su vez nos permiten explicarnos porque ocurre que comunidades con parecidas tasas delictivas presenten índices de temor diferentes. Asimismo es posible encontrar que sociedades con niveles similares de temor lleguen a tener tasas delictivas con diferencias significativas.

> 8. En el caso de nuestro país, diversos estudios nos demuestran en comparación a otras realidades, una asimetría significativa. En efecto: se observa que a pesar de tener unas tasas delictivas relativamente bajas, los índices de temor presentan una notoria mayor magnitud.

> 9. Esto lleva a considerar la dimensión subjetiva de la inseguridad y su relación con los mensajes mediáticos, que en la producción del temor, son mas importantes que la realidad física. Esto es, la percepción de la inseguridad que las personas sienten y que es además la que produce más efectos políticos, no dice relación directa con la probabilidad de riesgo real de ser victimas, sino con la percepción generada en ella por los mensajes recibidos. Todos los estudios serios muestran que no existe una relación ni directa ni inversamente proporcional entre el número real de delitos cometidos y la sensación de temor o inseguridad experimentada por la comunidad. A veces el temor aumenta y bajan los delitos o viceversa.

> 10. El temor extendido no es sólo producto del uso irresponsable e interesado del temor, sino que expresa y esconde otros miedos que están presentes en nuestra sociedad.

En definitiva, no es posible explicarse el temor a la delincuencia, sin atender "al contexto histórico" en que éste se genera. Es decir, este miedo al delincuente (pobre) se construye no sólo en el terreno abonado del funcionamiento de nuestro sistema socioeconómico sino que con su sobredimensionamiento mediático, impide la visualización y la puesta en cuestión de las causas últimas de nuestra inseguridad.

> 11. Para enfrentar seriamente la inseguridad objetiva, es decir los delitos realmente cometidos, o para prevenirlos, es necesario tener en cuenta las condiciones que colaboran en su realización. Es decir debemos considerar y examinar nuestra sociedad, nuestra convivencia social, en sus dimensiones políticas, culturales, económicas y sociales para encontrar allí las claves de nuestra realidad delictiva y de nuestro temor.

martes, 4 de noviembre de 2008

Propuesta

Hacia una participación real de la comunidad en el desarrollo de Chile:
1.-Incluir en la reforma educacional la asignatura de Educación Cívica como una preparación para ejercer la ciudadanía en forma responsable e informada. Ciudadanos preparados, conscientes de sus responsabilidades y derechos, garantizarán estabilidad democrática y desarrollo socialmente sustentable.
2.-Crear una Superintendencia de Organizaciones Sociales que garantice la autonomía de las organizaciones de la sociedad civil y supervise el fiel cumplimiento de la ley por parte de sus dirigentes. Terminando con la solapada dependencia a que las someten los municipios. Y la actividad de personas que se arrogan una representación que la ley no reconoce.
3.-Creación de los Consejos Económico Sociales Vecinales órganos destinados a ser un espacio de dialogo y coordinación de todas los actores sociales existentes en cada Unidad Vecinal de la Comuna.
4.-Fortalecer los Consejos Económico Sociales Comunales CESCOs reconociéndoles la autonomía que la constitución garantiza a todos los grupos intermedios para cumplir con sus fines específicos, dotándolos de mayores competencias, facultades y funciones poniendo termino a su dependencia y tutelaje por parte de los Alcaldes, permitiendo que la presidencia de estos Consejos pueda ser ejercida por uno de sus integrantes.
5.-Fortalecer los Consejos Económico Sociales Regionales y Provinciales CESREs y CESPROs reconociéndoles la autonomía que la constitución garantiza a todos los grupos intermedios para cumplir con sus fines específicos dotándolos de mayores competencias, y funciones. Otorgándoles facultades de requerimiento, proposición, fiscalización y auto convocatoria, permitiendo que la presidencia de estos Consejos pueda ser ejercida por uno de sus integrantes electos directamente por la Comunidad Organizada.
Frente Vecinal Comunitario P.D.C.