miércoles, 25 de noviembre de 2009

Graves acusaciones de Tomás Jocelyn-Holt

Carta de Tomás Jocelyn-Holt

Estimado Juan Carlos Latorre:

Hace algunos días te manifesté mi inquietud por actuaciones en La Araucanía Norte que merecían la intervención de la Mesa Nacional. Para mayor ilustración, paso a precisar lo siguiente:

(1) adjunto grabación del apoyo del senador del partido, Mariano Ruiz Esquide que se transmiten por radio – en diversos horarios – en toda la región, a favor de la postulación de Roberto Muñoz Barra, quien postula por fuera de la Concertación. Es ridículo que se me pida acompañar pruebas de un hecho público y que se transmite en horarios aleatorios en las radios contratadas por dicho candidato. Sin embargo, gracias a una grabación entregada por Radio Nativa de Lumaco, puedo decir que – a la fecha – ninguna radio que la transmite hasta hoy (hay más de 60 en toda la región) ha recibido instrucción alguna de descontinuarla ni ha recibido desmentido alguno por un supuesto abuso de su transmisión por parte de Mariano.

A estas alturas, ¿qué impacto puede tener un desmentido (que nunca ha llegado)? Es evidente que Mariano permitió que se le grabara y reprodujera esta grabación, aún con el reclamo partidario previsible que sobrevino después. ¿Acaso grabará un mensaje que lo desmienta y que llame a votar por mi? ¿ Acaso aceptará un desmentido que acuse mala fe en el uso de esa grabación y traslade la culpa a Roberto Muñoz en ello? Este camarada ¿quiere que yo gane o quiere que yo pierda? ¿Qué la DC tenga un senador en La Araucanía Norte o que lo pierda?

No entiendo ¿qué me hace acreedor de esta conducta por parte de él? ¿Qué lleva a un senador del partido a violar flagrantemente un deber de lealtad con un candidato de su partido y en una región en la que no tiene arte ni parte?

(2) Adjunto recorte del diario El Austral de Temuco de ayer, domingo 22 de noviembre que refleja el problema de la propaganda que Roberto Muñoz hoy usa con Frei y Fuad Chahin. Basta leer las declaraciones del camarada Chahín para darse cuenta que me dan la razón. Fuad está al tanto, comprende y valora esta muestra de “transversalidad” ofrecida. Mi pregunta es ¿acaso el PDC aceptaría esta explicación si la foto fuera de Fuad con Marco Enríquez o Piñera y no tan solo con un competidor mío al Senado? Digo esto porque el camarada Chahín hace campaña en Vilcún con un equipo que no sólo lo promueve a él y al señor Muñoz Barra, sino también – valga el enredo - a Sebastián Piñera. Dicho equipo está dirigido por Armando Jaramillo Bécker, hermano del diputado PPD Enrique Jaramillo y quien fue - en la elección pasada - en la lista de la Alianza por Chile. Es quien ofrece la “amplitud” de apoyo que menciono. Ciertamente, el señor Jaramillo no es mi preocupación, pero ¿qué hace un candidato a diputado del PDC en actos a favor de Piñera?

Lo anterior no sólo es inexplicable sino genera desmotivación de equipos partidarios que quieren trabajar por un triunfo de candidatos del partido al Senado y la Cámara, junto con un candidato DC a la presidencia del gobierno. Fuad cree que su popularidad genera vínculos tales que lo liberan de su deber de lealtad y lo autorizan a hacer lo que quiere. ¿Para qué siquiera insinuar que uno esperaría el mismo apoyo leal de parte de él que yo le he declarado invariablemente en público hasta ahora? Como si fuera un favor.. Hasta el día de hoy, nunca ha llamado a votar por mí. Es más, le ha dicho a la mesa regional y a mi jefe de campaña que eso no lo hará.

Calla en debates por TV cuando se le pregunta si siquiera tiene un candidato al Senado y tan solo ahora se ve en la necesidad de reaccionar en público cuando gente que lo apoya se queja de su proceder y se enfrenta a costos propios por ello.

Sólo me queda la duda, que si la última frase que Fuad me dispensa en esa crónica no fuera dirigida a mi sino a Frei, ¿cómo sonaría que un candidato a diputado del PDC dijera que todo lo que dice Frei es tan sólo un “paréntesis” que nos olvidaremos después de la elección del 13 de diciembre? Estas declaraciones son intolerables y reflejan la mala fe con la que opera.. No sólo especula con mi derrota sino que desacredita un juicio político mío (que para nada es ofensivo a él en lo personal y que tan solo expresa mi frustración por un cuadro del que soy víctima) , invitando a todos a considerarlo algo sin importancia. ¡Notable! Vaya forma de ponerle paños “fríos”.

Fuad tiene un doble discurso. Frente a actores partidarios y en ciertas comunas mantiene el grado de compromiso que se le exige según el grado de sensibilidad local. Demuestra extrema lealtad en comunas como Galvarino bajo la gestión del alcalde Miguel Hernández y con equipos partidarios que no aceptarían menos. Mientras, en comunas como Curacautín, Victoria, Vilcún, Lautaro (las cuatro más grandes del distrito) no hay caso. Imposible contar con equipos comunes y su actitud no sólo es ambigua, sino que definitivamente está en otra. Los equipos partidarios no son capaces de imponérsele o toman este problema con total resignación. Nadie podría atreverse a distribuir propaganda mía en un mulerazo hecho para él en Curacautín tan solo el sábado pasado, menos aún invitarme. Si bien manifiesta que su agenda está disponible, a la hora de tratar de obtenerla, nunca está a mano. Lo anterior ha llegado al extremo que el presidente comunal de Vilcún me ha instruido no asistir a actos porque están programados por Fuad, Jaramillo y él y en los que se promovería a Fuad y Muñoz Barra. Yo incomodaría.

Te dejo establecido que al comienzo de esta campaña ofrecí personalmente al camarada Chahín la posibilidad de imprimir gráfica común con las imágenes de él, Frei y yo. Me dijo que no. Comprenderás mi sorpresa por la actitud que hoy dispensa su “transversalidad” tan suelta con otros. Mi relación con él se deterioro poco tiempo después que el PDC lo repuso como candidato. Hasta ese momento era como si se tratara de otra persona. Hoy es irreconocible. Atrás quedó el sujeto modesto, hasta infantilmente quebrado y dolido cuando quedó fuera de la negociación.

Hoy se despliega en toda su magnitud una personalidad que dará - tanto en su distrito como en la bancada - más de un dolor de cabeza, de llegar a convertirse en diputado electo.

Como botón de muestra, uno de los episodios que reflejan su personalidad ocurrió poco tiempo después de su reposición como candidato. En una comida al que lo invité a mi casa para ver oportunidades de hacer algo en común y construir una base de confianza, él me planteó que “sus equipos, locales e infraestructura” me costarían $15 millones poder disponer de ellos. También me pidió actuar de gestor en la contratación de la propaganda radial ante las radios locales, ciertamente para conseguirme un precio “bueno” para mí. Obviamente le dije que no a su insólito ofrecimiento. Que no pagaría un peaje para ser senador y que podía negociar mis propios espacios. Que no le iba a entregar dinero en una cuenta y que solo convendría la confección de propaganda y acciones comunes. Como sabrás, a Mario Venegas yo le cedí el 100% de la propaganda impresa que me dio el PDC y habría estado dispuesto, más que gustoso, de hacer algo equivalente con Fuad si tan solo hubiera tenido la confianza de que ese gesto hubiera estado acompañado de una campaña común y que hubiera redundado en un apoyo recíproco. Ciertamente no era lo que me propuso. Reaccionó mal. Se paró de la mesa y se fue, ciertamente dejando la sensación de represalias como las que ha hecho después.

El tiempo demostró que no se le podía tener confianza en algo parecido. Todo con Fuad es dinero o un negocio. Supedita todo a una transacción de dar y recibir. Termina todo en una extorsión. Nada es por gratuidad, ni menos por valores comunes o por una causa que involucra a más personas. En algún momento me dijo que yo no le reportaba nada como candidato. No sabía que ese era mi rol. Para él, un senador en la región se justifica en función de él. Simplemente no entiende el valor de contribuir a un clima partidario, colectivo e impersonal. Su campaña a diputado parte del supuesto de como él se ve a si mismo y cómo sus apoyos “transversales” lo dejan por sobre cualquier otro deber o compromiso. Ciertamente, con el tiempo me he dado cuenta que “sus” equipos no son suyos sino están expresados – en su mayoría – por camaradas honrados que han confiado en él en tanto un militante DC más, como cualquiera de nosotros y que no ven con buenos ojos la persona que lentamente se asoma a partir de estos hechos. Es a ellos a quien les teme y si reacciona con un desmentido es porque ve el rechazo que sus propias actuaciones despiertan, temerosos de alienar sus propios partidarios.

Ciertamente también por eso mismo, en estos días, no se ha acercado a mi a decirme nada de estos hechos y cuando su gente le pregunta si ha hablado conmigo, minimiza el hecho y lo deja pasar como algo innecesario. Con él, coordinarse es un ejercicio de puras filípicas y apariencias.

(3) Tal como te señalé por teléfono, agrego mi reclamo formal por la actuación adicional de un concejal del PDC de Lautaro, Raúl Schifferly. Schifferly opera – en los hechos – como el jefe de campaña de Fuad Chahín. Así me lo presentó Fuad a mí cuando esta campaña comenzó. Si bien una denuncia judicial interpuesta por la esposa del señor Schifferly lo desprestigió y obligó a Fuad sustraerlo de su exposición en Lautaro, esta persona aún actúa a nombre de Fuad en otras comunas y en varias materias relativas a su campaña. Actúa a nombre del candidato a lo menos en Melipeuco, Vilcún, Perquenco, Galvarino y me imagino en el resto. En Lautaro opera por debajo, producto de acusaciones por acoso sexual que sorprendentemente fueron formalmente interpuestas por su cónyuge.

Personaje discutible, solo milita hace poco cuando ingresó al PDC para postular en las elecciones municipales pasadas. Ha sido el jefe de campaña del diputado PPD, Jaime Quintana y hoy actúa desembozadamente a favor de Roberto Muñoz Barra. Este sujeto ha sido quien echó a correr la convicción de que yo no llegaría a ser inscrito por el PDC ante el SERVEL, aún cuando haya sido designado por el Consejo Nacional del PDC el 21 de julio pasado. Considerando que la inscripción fue el 14 de septiembre, dicha actitud me generó demoras en la constitución de equipos por más de mes y medio.

Schifferly fue también quien dirigió equipos de personas que distribuyeron propaganda de Muñoz Barra en un acto de Fuad en Lautaro, en el que ni siquiera se me dejó hablar. Schifferly es también quien ha abordado a militantes de Galvarino conminándolos a dejar de trabajar por mí, ya que – según él – no ganaré y que esas personas se expondrían a un clima de represalias en caso de ganar otro. No tengo inconveniente que la Mesa o el Tribunal Supremo verifiquen lo que digo y acompañaré gustoso los nombres de las personas que avalan lo que digo.

La última de este señor tiene que ver con la propaganda común entre Fuad y Muñoz Barra y que el camarada Chahín se desentiende airadamente como una operación en la que no tiene arte ni parte.

Afirmo que el señor Schifferly fue quien actuó de intermediario en la entrega de las fotos que permitieron construir esa propaganda común. Afirmo que en el comando de Fuad en Curacautín, se conocía la existencia de esa propaganda desde antes de que fuera desplegada el martes 17 de la semana pasada y de que Fuad se negó a hacerla sacar ese día cuando su gente le reprochó los efectos que tendría. El candidato Chahín sólo vino a reaccionar al día siguiente cuando los efectos públicos del despliegue amenazaron con producirle bajas en sus propios equipos, desmotivados por el curso de los hechos. Es sólo ahí que Fuad reacciona en los medios y hubo que esperar otro día más (después de una reunión del PDC regional en Lautaro) para que sus equipos se sintieran autorizados a hacerlo Hasta el día de hoy, Fuad no ha hablado conmigo sobre el tema no obstante habernos encontrado en Melipeuco el jueves 19.

(4) Por último, reclamo formalmente por el manejo de autoridades partidarias locales. El caso más grosero es el del presidente comunal de Vilcún y concejal de dicha comuna Marcelo Muñoz González. Es absurdo que – ya nominado por el PDC - alguna de sus autoridades locales se excusen de trabajar por la candidatura bajo el pretexto de estar “ciertos” de que me bajarían antes de la inscripción. El caso de este camarada me afectó toda vez que Vilcún es del segundo grupo de comunas más pobladas de la circunscripción y - con una población predominantemente rural - es imposible trabajar electoralmente sin apoyo en terreno. La actitud de este camarada no solo me impidió armar equipos partidarios por más de mes y medio, sino que – hasta la fecha – se niega a colaborar o convocar a militantes a esta campaña, aún cuando la inscripción se hizo hace bastante tiempo y quedan tan solo tres semanas para la elección. Aduce como argumento de que está molesto por esta situación, que tiene – según él – a los dos candidatos por caminos separados. Aún así, eso no le ha impedido asistir a actos de Fuad con Jaramillo y dónde se ha promovido a Muñoz Barra y Piñera.

Pero no ha asistido a acto alguno mío. Tampoco ha convocado a acto partidario alguno y se resiste a hacer nada, aún cuando yo he hecho personalmente actividades en esa comuna en cinco ocasiones distintas. Le he pedido que si no quiere asumir su cargo, que se lo deje a otro y aún así, no hay caso. Le da lo mismo y me obliga a sufrir los efectos de su supuesta “frustración” no obstante de que no tengo responsabilidad en ella. Juan Carlos, que la fraternidad en mi trato familiar contigo no confunda. Tampoco lo escueto de este correo. Sabes que estoy en medio de una campaña que pretendo ganar no obstante los obstáculos, demoras, escepticismos y actitudes que comento. Debo distraer tiempo y energías de mi deber principal, y solo lo hago porque me afecta como candidato y los resultados de la elección.

Te estoy haciendo un reclamo formal, invocando las atribuciones que la Mesa Nacional tiene para disponer provisoriamente de la militancia de camaradas, mientras el Tribunal Supremo sustancia un caso disciplinario en forma. Para este efecto, envío copia de este correo al presidente del Tribunal Supremo, José Florencio Guzmán. Lo amerita el que estamos ad portas de la elección y de que los hechos ya son públicos. Yo mismo he hecho público mi decisión de hacer este reclamo y no lo entiendo como un hecho privado, sino el de un candidato a senador del PDC que reclama a la Mesa y Tribunal del PDC por el manejo de sus autoridades en hechos que conllevan responsabilidades disciplinarias. Como esta es una organización voluntaria, el que nadie pueda invocar un mínimo de lealtad cuestiona la misma credibilidad del PDC como grupo humano.

Me resisto a creer que el deterioro llega a tanto y si es así, no seré pasivo frente a ello. La situación de Mariano Ruiz no me preocuparía tanto si fuera aislada. No tiene la notoriedad ni influencia para producir el impacto electoral que pretende con su tremendo error. Mariano obedece a otra generación (que ya supera los 80 años) y su apelación más parece el deseo de un grupo de senadores de protegerse – en el ocaso de sus vidas públicas - de cualquier renovación y actuar como un club cerrado. Patético por cierto, pero lo desprestigia a él más que invitar a otros a seguirlo y hacerle caso. Lo decadente es que invoca su condición de senador del PDC . ¿Acaso lo que le da credibilidad para llamar a apoyar al competidor de su propio camarada? Si tiene un reclamo contra mi que me lo diga dentro de la fraternidad partidaria. Pero no tengo porqué dejar pasar un gesto inamistoso como éste, menos si es uno tan dañino como lo que describo. No me llega tan solo a mí. Con ello, deja mal parado a la Concertación a la que dice defender. ¿O acaso la lealtad concertacionista admite las excepciones que su capricho defina? ¿O de sus amigotes? Deja mal a militantes que quieren trabajar por sus candidatos y que no lo comprenden. Por último, deja mal a la Mesa Nacional que tiene dos opciones: minimizar el hecho y dejarlo pasar porque no tiene cómo evitarlo o resolverlo. Hasta el día de hoy dicha propaganda se reproduce sin ninguna rectificación eficaz (y digo eficaz y no simbólica). Me hace daño y confunde a quienes conocen a los actores.

Ahora, actuar con desidia ante Mariano en este cuadro me perjudica, toda vez que legitima la conducta de todos los otros camaradas mencionados y que lo hacen – no te equivoques - invocando antecedentes y respaldos internos. ¿De dónde más especularía alguien con mi supuesta bajada? Por lo demás, los hechos no se limitan a ello. Ya antes tuve que experimentar la actitud del diputado Roberto León que pretendía hacer que la candidatura de Frei en esta zona incluyera a Roberto Muñoz. Ese fue otro momento que Fuad se sintió con el derecho a opinar sobre lo que yo hago con mis propios competidores. Por suerte el viaje de la esposa del candidato demostró lo torpe de esta estrategia… El solo hecho de tenerla tironeada por el senador Muñoz como si fuera de su propiedad amenazó con convertir la noticia del día en ese espectáculo y no en los contenidos deseados por el equipo presidencial. Por suerte el acto fue chico (muy chico) y la prensa estuvo centrada en una conferencia fuera de Victoria.. El efecto, eso si y aunque suene ridículo, es que Frei no viene a esta zona - no por el conflicto mapuche - sino a todas luces por el mal manejo de este papelón.

Además, en otro momento y por razones que hasta hoy nadie tiene la gentileza de explicarme, tuve que ver cómo Francisco Huenchumilla se explayaba públicamente respecto de la necesidad de incorporar a Roberto Muñoz en la lista de la Concertación. Agreguemos un cuadro que incluye una región plagada de afiches con la foto del ex diputado Edmundo Villouta, haciendo valer su prestigio como antiguo líder DC para promover a su hija que va en el cupo de la UDI; un ex alcalde DC que va como compañero de lista de Roberto Muñoz y otro ex militante DC (hasta tan solo pocos meses atrás) que corre como candidato descolgado a diputado por el distrito 48, y tendrás el cuadro de deterioro que te describo. Que alguien crea que eso es edificante para el PDC y que no nos afecta es delirante. Que un candidato a diputado del partido pretenda emularlo y beneficiarse de ello es aún más patético.

Me podrás decir que este cuadro afecta todo el país por igual y que no es nuevo, pero te estoy reclamando por la conducta del jefe del comité de senadores del partido (es inconcebible que lo siga siendo), de un candidato a diputado por el mismo, de un concejal en ejercicio del PDC y de un presidente comunal. Me podrás decir que enfrentar este tema ahora puede ser contraproducente y te debo responder que lo que perjudica es no hacer nada. La visita de Enzo Pistacchio, a nombre de la Mesa el miércoles 18 pasado, tuvo el inconveniente que construyó una “solución” (que no fue tal) en una reunión a la que yo no asistí y en la que estuvieron presentes dos de las personas que estoy objetando (Schifferly y Marcelo Muñoz). ¿Qué hacían en esa reunión? y ¿Qué imparcialidad pudieran expresar estas personas? Son preguntas a las que no tengo respuesta. Les desconozco a ellos autoridad moral para intervenir en este tema.

Por último, te diré que hago esto por una responsabilidad regional. El deterioro en los equipos de La Araucanía Norte no da para más. Ya el año pasado, el PDC reclamó por la actitud de Roberto Muñoz y de lo que significó la derrota de dos camaradas en las comunas más grandes (Angol y Victoria), sin perjuicio de la pérdida para la Concertación de otros siete municipios por lo mismo. Esto no da para más y es público. Buena parte de mis posibilidades de ganar obedecen al rechazo generalizado que existe hacia este estado de cosas y la necesidad de construir otra base de lealtad y confianza que mejore la calidad dirigencial y la voz regional. Hasta ahora, el problema ha sido Roberto Muñoz y su pelea en el PPD. Hoy Roberto ha tenido el talento de involucrar al PDC en un estilo político que hasta el votante más humilde culpa de su propio retraso y dependencia. O el PDC se diferencia de ello y contribuye a su solución o va sufrir el descrédito por ello.

Es inexplicable que alguien quiera construir una base de apoyo con un estilo que hoy todos rechazan y que – incluso entre los partidarios de Fuad Chahín – resulta inaceptable y desmotivante. Al revés de lo que alguien te puede decir, al que más afecta negativamente esto es a Fuad Chahín (lo que a estas alturas no es mi problema). Pero si lo es que el PDC no haga nada sobre el particular y de que yo no pueda contar con el apoyo que merezco como candidato del partido, en una zona a la que nadie se atrevió a ser candidato.

Una pequeña precisión. En algún momento Francisco Renán me hizo ver que no tenían “pruebas” que respaldaran las acusaciones contra Mariano. Espero que los dos antecedentes acompañados sirvan. A estas alturas ni siquiera me imagino la explicación que Mariano Ruiz podría dar para haber hecho lo que hizo. Basta escuchar la grabación para entender su pretensión. Para qué decir que ya llevamos casi dos semanas y nada…. Los demás antecedentes los entregaré durante la tramitación ante Tribunal Supremo. Repito que los hechos públicos y notorios no se prueban y hasta cualquiera sabe que los testigos son también un medio de prueba. Pero espero no tener que decir que la Mesa no es un tribunal y supongo que los procedimientos partidarios no se han vuelto tan engorrosos como para tener que sustanciar un procedimiento judicial formal ante cada problema político que puede surgir. Si así fuere, liquidemos el partido y entreguémosle la conducción del país a los jueces. Ni siquiera debiera ser necesario interponer una denuncia formal ante hechos como los descritos, sino que las instancias políticas del partido debieran operar de oficio y con eficacia, especialmente en medio de una elección.

No cabe duda de que hechos como estos se han extendido por pasividad de largo aliento y probablemente es tiempo de ponerles atajo final y advertir a los militantes que ni aún el más relevante de los parlamentarios está exento a un reproche político.

Obviamente, me encantaría una solución real y no tan solo hechos que los protagonistas anteriores entiendan como un aval de lo que siguen haciendo a vista y paciencia de todos. Si eso es mucho pedir, te ruego que consideres esta presentación como un reclamo formal y que le des la tramitación correspondiente en la Mesa Nacional y el Tribunal Supremo. Creo que no pido mucho. Por lo menos, merezco un pronunciamiento. Que el PDC defina qué partido quiere tener. Nunca me imaginé abrir una pregunta como ésta, pero creo que muchos queremos saberlo.

Fraternalmente,

Tomás Jocelyn-Holt