domingo, 29 de noviembre de 2009

Comunidad gay en Chile: Homosexualidad anestesiada


Felipe Andrés Herrera Herrera

Desde el retorno a la democracia en 1990, tras 17 años de un régimen fuertemente conservador, la ampliación de las libertades reconocidas por el Estado chileno permitieron poco a poco la aparición pública de distintas identidades y configuraciones sociales que hasta entonces había permanecido en el espacio privado, reprimidas por las diversas formas de represión de un régimen no democrático y obviadas por la sociedad chilena. La homosexualidad se inscribe dentro de esta realidad, así como también los distintos tipos de familia. 

Este texto tratará de la homosexualidad y de el desarrollo de la "comunidad homosexual" en el escenario biopolítico del país. En Chile, a diferencia de las historia mundial icono -me refiero a la de Estados Unidos- y probablemente de forma muy similar al desarrollo histórico de otros países cuya realidad específica no es tema de este texto, no hay un movimiento comunitario que en algún momento haya irrumpido transgrediendo por sí mismo el estado de las cosas, sino más bien grupos que se desarrollaron al alero y como consecuencia de la historia que ya se había escrito en otras latitudes y más bien respondiendo a la reciente democracia inmunitaria.

Un breve repaso. El Movimiento de Liberación Homosexual de Chile, nació desde 1991 vinculado al ILGA (International Lesbian and Gay Asociation) y para finales de la década se separó por diferencias internas subdividiéndose en dos grupos, el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS) y el Movimiento de Liberación e Integración Homosexual que siguió en la práctica utilizando la sigla original MOVILH, cuya formación original ahora escindida tomó para estos efectos la denominación del Movilh "histórico".

Sin perjuicio de que en Chile existen estas organizaciones homosexuales desde hace varios años, que se realizan marchas del orgullo y de que la homosexualidad emergió efectivamente como una identidad existente en el país, la realidad indica que su aparición está más relacionada por hitos que definiré como extrínsecos a la causa. Hablaré de dos ámbitos: el legal y el biológico , y tangencialmente del histórico, todos los cuales a mi juicio configuran una particular relación del movimiento homosexual con la democracia inmunitaria, relación que podría poner luz sobre la realidad de la democracia chilena.

"Allí donde Focault descubrió el umbral al que las tecnologías biopolíticas hacen individuos y constituyen las poblaciones, se anuncia también aquello que resiste, altera, muta esos regímenes normativos: la vida emerge como desafío y exceso de lo que nos constituye como humanos socialmente legibles y políticamente reconocibles" , es la aseveración de Giorgi y Rodríguez en el prólogo de Ensayos de Biopolítica donde se incorpora también el texto "El Monstruo político" de Antonio Negri. En conjunto estos postulados teóricos que adopto para esta ocasión suponen la existencia necesaria de un otro que se va a manifestar y resistir, tal como los Disturbios de Stonewall Inn en 1969 hicieron aparecer por la fuerza, y con violencia, al movimiento homosexual estadounidense. 

¿Hasta que punto la realidad chilena homosexual se asemeja a la experiencia norteamericana de comunidad y resistencia? ¿Cuánto hay de resistencia en el movimiento chileno y cuánto hay de lo que denominaré demanda de participación en la lógica de la democracia inmunitaria?

Si pusiéramos las dos experiencias en una linea de tiempo paralela, lo primero será notar que en Chile la homosexualidad aparece en el espacio público (1991) cuando en Estados Unidos ya se había vivido la época de irrupción y manifestaciones fundamentales para el movimiento, como es la marcha del orgullo que ya estaba asentada en la sociedad con más de 10 años de realización, mientras a nivel mundial ya se anunciaba una etapa de demandas legales, derechos civiles, tales como el matrimonio homosexual, la adopción y la no discriminación laboral y social. ¿Qué sucede desde 1990 y el punto en que el movimiento homosexual chileno arriba a una demanda similar a las que pululan a comienzos de siglo en el contexto mundial?

¿La comunidad?

Para este análisis es imprescindible entrar en la discusión que instala Alain Brossat en Democracia Inmunitaria cuando contrapone los términos comunidad e inmunidad: "El movimiento de separación y de sustracción que se inscribe en la palabra inmunidad la opondrá a la que se inscribe en el vocablo comunidad, que enuncia la puesta en común del munus y poner en escena la figura de un 'tributo', que cada uno pagaría a todos y cada uno. En otras palabras, una democracia esencialmente inmunitaria siempre encontrará una dificultad mayor por parte de la comunidad, una dificultad específica de representarse (por no decir nada sobre la posibilidad de existir efectivamente), en tanto que comunidad". 

El texto citado sitúa el motivo de fondo de este texto: No es menor que el movimiento de aparición homosexual en el mundo, y con notoriedad en Estados Unidos, haya adquirido el carácter de "comunidad". Los Disturbios de Stonewall Inn, el 29 de junio de 1969 en Nueva York, según la historia reconstruida por el libro Stonwewall: The Riots that Sparked the Gay Revolution de David Carter, tiene como detonante la frase de una transexual que se defendía de la policía y llamo al grupo "¿Por qué ustedes chicos no hacen algo?". Cuatrocientas personas reunidas fuera del bar, en su mayoría homosexuales, reaccionaron, según The New York Times del día siguiente. No es necesario más que agregar entonces que el grito que se escuchó entonces se repetiría: "Gay Power!". 

"En la comunidad, el individuo encuentra fraternidad, pero también la propensión al absolutismo, su inclinación holista" , continúa Brossat. 

La comunidad gay en el caso norteamericano se traslada desde una reivindicación comunitaria hacia la demanda por derechos; en el caso de la comunidad chilena la comunidad es puesta en entredicho tempranamente para insertarse directamente en una demanda inmunitaria. Esta afirmación se afinca en la división citada al comienzo de este texto, que se dió en el movimiento aún antes de que se lograran las primeras reivindicaciones.

Ilustrativo de esta disputa es la declaración de Rolando Jimenez según Victor Hugo Robles, periodista y activista del movimiento sobre el Primer Foro de la Ciudadanía por la Tolerancia y la No Discriminación, organizado por la Fundación IDEAS : "La reivindicación que algunos hacen de la loca es un flaco favor a la lucha en contra de la discriminación de que somos objeto, ya que reafirma el discurso de los homofóbicos que nos ubican en una zona ambigua donde no somos ni hombres ni mujeres. Esta declaración [de Rolando Jimenez] disgustó a los otros líderes del movimiento homosexual presentes en el encuentro, provocando una fuerte pugna interna, entre un sector del colectivo gay catalogado como más radical y el otro, liderado principalmente por Jiménez, tildado de 'machista' y 'conservador'." 

La disputa con quien había liderado hasta entonces el MOVILH instala dos grupos dentro de la "comunidad" homosexual chilena, lo que a mi juicio anuncia una separación de la experiencia norteamericana donde fueron las "locas" los principales alentadores del movimiento, pero además marcando definitivamente las intenciones de un movimiento que ya no sería solo de liberación sino también de integración. Las vejaciones que los transexuales estadounidenses sufrían por parte de la policía fueron el motivo por el cual se convocó a toda la comunidad homosexual a manifestarse violentamente en las calles. En el caso chileno, en cambio, es un grupo tempranamente marginado y prevalece, en un primer momento, una postura que reclama tempranamente una condición anestésica, no como un monstruo al modo de Negri que se enfrenta al sistema sino uno al cual busca incorporarse rápidamente y protegerse de la discriminación entendida como violencia.

Vemos aquí el asomo de un fin descrito hoy así por Brossat: "Habitamos siempre más confortable o suavemente nuestros cuerpos, tal como nos instalamos sin preocupaciones en nuestros aislamientos políticos y culturales, creyendo que son "el mundo" y que nuestras normas de vida sobreprotegidas son la regla que preside a la existencia de todos nuestros supuestos semejantes." 

La reivindicación por el derecho inmunitario

Cabe señalar que a mi juicio en Chile nos ubicamos en un estado posterior al definido por Judith Butler en Los Cuerpos que Importan. Acogiendo los postulados de la investigadora, siendo aun ciertos y comprobables, las demandas políticas incluso desde el primer momento del movimiento homosexual que se ha desarrollado en Chile no han seguido el espíritu que la autora identifica en lo queer, en cuanto no se busca validar la diversidad. Es evidente en las palabras de Jimenez ya citadas y al mismo tiempo en las diferencias doctrinarias que aún mantiene él mismo dirigente de un refundado MOVILH, con el MUMS el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales que ha intentado seguir, con menos éxito el reconocimiento de las otras minorías, incluídas. Cito a Gonzalo Cida, activista dirigente del MUMS: "Hoy la idea fundamental que trae la palabra orgullo es reivindicar el derecho a ser como uno quiera ser y a no ser discriminado. Se plantea frente a la golpiza y las burlas de los alumnos en los colegios, los despidos en los trabajos. Llamamos a que uno sienta orgullo por ser como es, no avergonzarse ni ocultarse, es una política frente a la política de las autoridades que esperan que todo quede dentro del clóset" 

A pesar de que, como señala Brosset, "los ideales inmunitarios tienen su contraaparte moral, moralizadora, puritana que exponen a plena luz los integrismos religiosos y políticos: la abstinencia absoluta como principio de seguridad máxima que no requiere de ninguna especie de dispositivo técnico" , a mi juicio el movimiento homosexual chileno que más acciones a conseguido desde el punto de vista político (esto es la linea de organzación que sigue hasta el MOVILH actual), ha buscado participar en esos ideales inmunitarios, cumpliendo igualmente con la premisa que anuncia este mismo autor: "Lo que denominamos hoy día tan corrientemente como falsamente comunidades es, en verdad, una constelación de instituciones bajo tutela y sometidas a un principio de autoridad. No es la entre-exposición que s el principio, sino claramente el hecho, para quienes forman parte, de ser sometidos al mismo régimen de mando y de protecciones, de seguros" 

¿De qué forma? La respuesta se encuentra en la sucesión de demandas y hechos que definen el contexto y los objetivos del movimiento de liberación homosexual en Chile. El 17 de mayo de 1990, solo 3 meses después de la asunción al mando del presidente democrático Patricio Aylwin, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud, de la Organización de Naciones Unidas, eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades siquiátricas, una demostración evidente del biopoder, como dice Antonio Negri, "el poder es desde siempre el poder sobre la vida, biopoder" monstruo. En 1991 en Chile se funda el Movimiento de Liberación Homosexual.

La primera reivindicación, tal como se dijo anteriormente, tiene que ver con la eliminación del inciso primero del artículo 365 del código penal que castigaba las relaciones sodomíticas entre hombres adultos. El debate duró desde 1991 hasta 1999, fecha en la cual se aprobó la derogación. Cabe destacar que la posibilidad de modificación de esta ley se dio gracias a un proyecto de la presidencia de la república por modernizar el codigo penal respecto de los delitos de violación.

A mi juicio estas reivindicaciones se inscriben en lo que Brossat llama "la dimensión inmunitaria del derecho", según explica con esta cita a Constant: "¿[Qué es lo que] entiende en los tiempos actuales un inglés, un francés, un habitante de Estaods Unidos de América por la palabra libertad? Es para cada uno, el derecho de no estar sometido sino a las leyes, de no poder ser arrestado, ni detenido, ni condenado a muerte, ni maltratado de ningún modo como efeto de la voluntad arbitraria de uno o varios individuos [cursivas mías]" 

En efecto, si bien en principio estamos hablando de una mecánica al modo de la definida por Focault en la historia de la sexualidad: "Se nos explica que si a partir de la edad clásica la represión ha sido, por cierto, el modo fundamental de relación entre poder, saber y sexualidad, no es posible liberarse sino a un precio considerable: haría falta nada menos que una trasgresión de las leyes, una anulación de las prohibiciones, una irrupción de la palabra, una restitución del placer a lo real y toda una nueva economía en los mecanismos del poder; pues el menor fragmento de verdad está sujeto a condición política" . En Chile no comienza por una irrupción transgresora, sino dentro del parlamento, por lo tanto, dentro del sistema.

Hoy en día este tipo de luchas se siguen llevando dentro del mismo sistema. Las reivindicaciones que demanda hoy la comunidad homosexual apuestan a que la legalidad les reconozca justifcado, y con razón a mi juicio, en que ahí se define hoy la moralidad, es la ley la que define lo bueno (en conjunto con la biología). Esta aseveración no busca calificar negativamente esta acción -porque probablemente no podría ser de otra forma- sino más bien constatar que la lucha del movimiento de liberación homosexual se inscribe finalmente dentro de los mismos cánones que en un principio son causa de discriminación.

Las siguientes leyes que viene a ser demandadas por la comunidad homosexual en Chile a mi juicio siguen esta tendencia de querer ser parte del cuerpo social inmunizado y anesteciado. Cuando "la violencia está siempre menos exclusivamente asociada a la brutalización de los cuerpos, a la sangre que corre, a la intensidad de una acción que maltrata, mutila y destruye, y siempre más a los ataques de todo tipo contra la integridad y la inmunidad de las personas" , según Brossat, la discriminación se inscribe también con violencia, una violencia que, a juicio de las personas, debe ser atacada por el gobierno biopolítico.

Y así notamos cómo poco a poco las reivindicaciones del movimiento homosexual se van alejando de lo que ahora parece más una supuesta comunidad. En el camino, en tanto, ya vienen otras revindicaciones, entre ellas el matrimonio homosexual y la adopción de parejas. Esto constataría los mecanismos y el sentido que ha tenido el movimiento homosexual en Chile (y a este punto en el mundo), todos los cuales, para mi, se inscriben dentro de la lógica biopolítica en que el objetivo final es gobernar los cuerpos.

Pero falta un aspecto, porque, tal como se señaló en un primer momento, la declaración de que la homosexualidad no era una enfermedad es solo una parte de un proceso mucho más largo donde en paralelo a la reivindicación legal la reivindicación biológica sería más amplia. En esta forma de gobierno biopolítico la unica forma de validarse de los cuerpos es que la ciencia lo demuestre. Es así cómo se han alzado diversas teorías científicas que explicarían porqué hay homosexuales.

Pero vamos un poco más atrás para entender la lógica reinante según Antonio Negri: "...se trata ahora de organizar una nueva manipulación del monstruo biopolítico (y de la metáfora sugerida por el monstruo) por parte de la ingeniería biológica. Estamos ante la tentativa de disolver la biopolítico en lo biológico: si el hombre era para Darwin y para Marx, la clave para comprender al simio, ahora en la ideología renovada de la eugenesia, el simio deviene el destino del hombre... hay que ponerlo a trabajar... los cuerpos son manipulados para adecuarlos al orden de la eugenesia y al control del poder".

Es así como el movimiento de liberación homosexual en Chile, y en concordancia con el movimiento estadounidense, estaría reconociendo que la única forma de reconocer los derechos individuales en los estados liberales actuales es que la biología le de un sentido de existencia. Al mismo tiempo en ese instante termina de pasar el umbral y convertir a la homosexualidad en un aspecto sancionado socialmente, esto es, por el conocimento científico común. Del otro lado "cualquiera de nosotras podrías ser un individuo para algunas cosas y no para otras. Este es un estado ontológico normal de los cyborgs y de las mujeres, no de los aristotélicos y de los hombres", dice al respecto Donna Haraway 

Para decirlo en una frase el movimiento homosexual en Chile es aristotélico, por el filósofo que no definió nunca la vida, sino al hombre.

Lo que se dice desde la biología

A continuación me referiré a un texto de Cristian Zaelzer, doctor en ciencias con mención en biología celular y molecular de la Universidad Austral de Chile. El científico escribe para un magazine de masas, una revista dirigida al público gay y explica cuales son las explicaciones que la ciencia tiene como hipótesis sobre la homosexualidad: "Los más recientes descubrimientos en el campo de la orientación sexual en seres humanos apuntan a las investigaciones a 4 capos básicos de estudio, la inmunización materna, los fenómenos epígenéticos, los genes y niveles atípicos hormonales y lateralización cerebral" .

Resultando ya de entrada interesante que un público que se define homosexual necesite explicar su existencia, cada una de las explicaciones señaladas involucra otros aspectos no menos curiosos, especialmente la primera: "El doctor Ray Banchard, del Centro para adicciones y salud mental de Toronto, Canadá, dice que la explicación más desarrollada hasta la fecha para este fenómeno es la hipótesis de la inmunidad maternal. Ésta propone que el efecto del orden fraterno de nacimiento refleja un hecho sorprendente en los vientres maternos: el feto varón es visto por la madre como un elemento extraño y comienza a actiar defensas contra éste. Cada nuevo embarazo en el cual el feto es un varón aumenta esas defensas y esto, a su vez, aumenta la probabilidad de que la madre produzca anticuerpos que afecten partes del desarrollo del feto, como la diferenciación sexual del cerebro, empujándolo a un desarrollo más cómodo al cuerpo de la madre y produciendo una especie de femeinización del cerebro" . Esto, señala, podría tener directa relación con proteinas masculinas que identificaría el vientre materno.

Otra explicación esgrimida dice relación con el cromosoma X. Lo estudia la epigenesis sobre "todos aquellos factores no genéticos que intervienen en el desarrollo de un organismo" En este caso el científico Steven Bocklandt habría identificado un número "significativamente alto de modificaciones en el cormosoma X de las madres de hijos gays". Estas dos explicaciones científicas se suman a las que estudian el ADN y la lateralización del cerebro (el hemisferio derecho más desarrollado que el izquierdo)

Estas teorías siguen el camino biológico de la declaración de la OMS que sacó a la homosexualidad de las enfermedades siquiátricas, llevando más allá el argumento y planteando una efectiva y comprobada relación entre los homosexuales y sus progenitores. Curioso, y entonces hago una pregunta ingenua ¿acaso no basta que un hombre haya sido parido por una mujer para que esta tenga un relación y el nacido tenga un lugar en la sociedad? Lo cierto es que la posición de quien comunica y quien se entera de estas teorías es "desde afuera", desde la existencia injustificada, desde el cuerpo preformado, donde no hay vida.

"Pero, aquí, eso mismo que nos emancipa (afectos que nos vuelven rehenes de la desgracia del mundo) es lo que nos encadena: esta victoria que ganamos sobre nosotros mismos al reforzar incesantemente nuestras capacidades inmunitarias y nuestra condición anestésica es también nuestra maldición. Ella nos aleja siempre más del horizonte de la comunidad." . Y efectivamente entonces, en un horizonte prometido de inclusión, la realidad nos encontrará con cuerpos sometidos a la desgracia de su definición por la biología y la ley, antes de simplemente ser.

Tal como dice Focault en la introducción de Historia de la sexualidad: "Después de decenas de años, nosotros no hablamos del sexo sin posar un poco: consciencia de desafiar el orden establecido, tono de voz que muestra que uno se sabe subversivo, ardor en conjurar el presente y en llamar a un futuro cuya hora uno piensa que contribuye a apresurar. Algo de la revuelta, de la libertad prometida y de la próxima época de otra ley se filtran fácilmente en ese discurso sobre la opresión del sexo" . Y es en ese ámbito donde un movimiento homosexual cualquiera sea, que busca validarse como hombres y no como queer, no hace más que continuar la senda de esa sexualidad victoriana que menciona Focault.

Los niños carecen de sexo, dice el investigador social... pero en la medida en que crecen están obligados a adoptar una de las dos formas en que la sexualidad que es socialmente aceptada, límites que hoy rige un tipo de democracia que Brossat califica de inmunitaria. En ese marco, la comunidad homosexual chilena tempranamente abandonó la comunidad para acercarse lo más posible a esa inmunidad, dejando incluso de lado a los cuerpos y vidas que dieron origen al movimiento en principios y lugares remotos.

Como se ha repetido insistentemente en este texto, lo peligroso no es la afirmación del derecho inmunitario y las condiciones anestésicas para una minoría sexual -o por lo menos no es el juicio que pretende levantar este texto- sino que mediante este proceso en realidad se procede a anular el debate por la diversidad, por la esencia de la vida, porque "siempre hay más posibilidades de vida, más diferencias proliferando virtualmente alrededor del mundo de sujetos y objetos que la actualizan" 

Este texto busca en ese sentido, abogar por la diferencia, por las vidas diversas que crecen en comunidades afirmando sus propias identidades. Del otro lado el repudio va a una biopolítica que uniforma y reduce al sujeto a un individuo más, dentro de una gran multitud.

"Nunca sabemos a priori aquello de lo que un cuerpo es capaz: la vida es una totalidad abierta, inacabada e incompleta, que se diferencia de manera diferente en cada una de sus afirmaciones. No hay un devenir homogéneo atravesando las cosas: la vida es diferente en cada una de sus expresiones, las diferencias difieren entre si. Lo que en la vida se repite incesantemente no es lo mismo, sino lo otro: el poder diferenciante de una vida perpetuamente diferente" .

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