lunes, 26 de octubre de 2009

NO DA LO MISMO POR QUIEN VOTEMOS EN PRIMERA VUELTA ESTE 13 DE DICIEMBRE

Sergio Micco

El problema político electoral de Eduardo Frei es que se presenta a una elección presidencial en que la centroizquierda, representando el clima político cultural hegemónico a nivel internacional y nacional, se fragmenta en tres candidatos. Algunos creen que eso no es problema, pues en segunda vuelta todos se unirán en contra del candidato de derecha. Por el contrario, Sebastián Piñera, sabiendo que no representa a la mayoría del país, aspira a que sea tal la ventaja que obtenga en primera vuelta que ésta sea irremontable. La experiencia comparada tiende a dar sustento a la apuesta del candidato de la Alianza.

Tengo a la vista un estudio del cientista político Aníbal Pérez Liñán en que señala que, de 39 elecciones presidenciales latinoamericanas ocurridas entre 1979 y mayo de 2002 bajo un sistema de segunda vuelta, solamente 21 demandaron una segunda vuelta electoral. Es decir que en el 46 por ciento de los casos, la segunda vuelta fue innecesaria. En 14 de los veintiún casos en que se requirió de segunda vuelta, el resultado de la primera elección fue confirmado. Es decir, que en el 82 por ciento de los casos (32 elecciones sobre 39) fue elegido Presidente quien ganó en primera vuelta.

Más auspicioso resulta para el candidato de derecha observar estos siete casos en que ganó en segunda vuelta el que resultó derrotado en la primera. León Febres Cordero y Abdalá Bucaram en Ecuador, Alberto Fujimori en Perú, León Jorge Serrano Elías en Guatemala, Leonel Fernández en República Dominicana, Jorge Batlle en Uruguay y Andrés Pastrana en Colombia llegaron segundos, pero separados por márgenes de votos de no más de 8% del vencedor en primera vuelta. Lo mismo podemos decir de la elección peruana de 2006.

Salgo del continente americano y observo las últimas elecciones presidenciales francesas. Quienes habiendo llegado segundos en primera vuelta logran ganar en el balotaje son Jacques Chirac en 1995, François Mitterrand en 1981 y Valéry Giscard d’Estaing en 1974. En estos casos las diferencias con el que llegó primero fueron respectivamente de 2,5%, 2,4% y 9,6%. Solo Mario Soares en el Portugal de 1986 logró la proeza de vencer en segunda vuelta, remontando una diferencia de más de veinte puntos en primera. Para ello fue necesario que marcara muchos las diferencias político-ideológicas de todos los perdedores respecto del ganador.

En consecuencia, si la distancia entre Eduardo Frei y Marco Enríquez Ominami se sigue estrechando y Sebastián Piñera logra una diferencia en primera vuelta superior a diez puntos, se acerca la posibilidad de su triunfo. Por lo menos los fríos números comparados así lo indican. Por ende, se equivocan los que sostienen que no importa cómo votemos en primera, si total en segunda vuelta todo se barajará de nuevo. Si las distancias son muy grandes en la primera vuelta, el resultado final estará escrito el 13 de diciembre.

AMIGOS EN PRIMERA Y SEGUNDA VUELTA FREI PRESIDENTE...
CARIÑOS Y A TRABAJAR CON LAS MISMAS FUERZAS QUE LO HICIMOS PARA VENCER LA DICTADURA....