sábado, 1 de octubre de 2011

“LA CALIDAD Y LA GESTIÓN DE EXCELENCIA”. UN MITO DE LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL DE PROVIDENCIA.

El municipio de Providencia sostiene que los “excelentes” resultados de los alumnos de los Colegios administrados por la Municipalidad en la PSU es el resultado de un sistema educativo del “más alto nivel”. Eso es fácil decir puesto que, esos buenos resultados son imposibles de comparar  con otra prueba similar a que con anterioridad se hubiera sometido el alumno antes de su ingreso. Pero al observar resultados comparables, como son los promedios generales de notas, entre los obtenidos por los alumnos antes de ingresar a los Colegios de Providencia y aquellos obtenidos al egresar. Se revela una situación muy distinta a lo afirmado por el Alcalde de la Comuna.

Los hechos: Para ingresar a un colegio municipalizado de Providencia los jóvenes se someten a una “Prueba de Selección”, Para acceder a ello los postulantes que no residan en la Comuna necesitan demostrar un promedio de notas superior a un 6,5  y los residentes a un 4,5. Porque no todos los estudiantes residentes en la comuna tienen derecho a estudiar en estos colegios de “excelencia” aunque sus padres paguen impuestos y demás gravámenes municipales. Si sus hijos tienen un promedio inferior, tienen que buscar en otra Comuna su educación. Se da el caso de alumnos residentes que tienen que viajar a Maipú,  Santiago o Recoleta para educarse.

En otras palabras: Los colegios municipalizados de Providencia discriminan y aceptan en sus aulas solo aquellos alumnos que ya han adquirido buenos hábitos de estudio (en los “malos” colegios municipalizados de otras comunas de la Región Metropolitana) y además tengan una facilidad innata para memorizar, retener información y una habilidad desarrollada para comprender las materias impartidas. Habilidad que también deben haber adquirido previamente en los mismos “pésimos” colegios de donde provienen. De esa forma se asegura seleccionar a los mejores, los más capaces, las lumbreras que darán prestigio y perpetuarán el mito de “Excelencia” de los colegios municipalizados de Providencia

El resultado de la comparación de notas es que, al final del siclo de estudios, Los alumnos “seleccionados” de otras comunas, comparado su promedio de notas al ingresar y el promedio de notas al egresar nos da un resultado mediocre por no decir decepcionante. EL INCREMENTO ES DE SOLO TRES DECIMAS. Y en el caso de los alumnos residentes, ninguno al egresar  obtiene el promedio de notas de ingreso exigido a los no residentes: EL INCREMENTO NO ALCANZA A UN PUNTO. Y los resultados individuales en la PSU de estos alumnos residentes, son similares sino inferiores los de otros colegios municipalizados.

Esta es la realidad. Los Colegios de Providencia comparados los promedios de notas de los alumnos, antes y después, tienen los mismos resultados mediocres en el incremento del las notas que otros colegios de la Región y en algunos casos son superados por colegios municipalizados de Santiago, Recoleta, Ñuñoa, San Joaquín, Maipú, Conchalí y Puente Alto que suman dos y hasta tres puntos al promedio en los cuatro años de enseñanza media.

El éxito obtenido en la PSU por los alumnos de colegios municipalizados de Providencia no es el resultado de una “Mejor Educación”. Es el resultado de una cuidadosa selección que concentra en estos colegios los mejores alumnos de la Región Metropolitana. Alumnos que serian buenos estudiantes en cualquier establecimiento educacional, porque tienen aptitudes personales, habilidades adquiridas y hábitos de estudios aprendidos previamente en establecimientos educacionales de las  comunas de origen.

Los colegios municipales de la Comuna de Providencia no son más que sanguijuelas que desangran y privan a otros establecimientos educacionales de la Región de buenos alumnos que pueden ser ejemplos de superación y líderes a los que imitar por sus pares.

El éxito educativo de los Colegios de la Municipalidad de Providencia es producto de una selección exhaustiva, la marginación de los estudiantes residentes menos aventajados, la explotación de la población escolar con fines de publicidad y el aprovechamiento del recuerdo de resultados educativos que hasta hace treinta años el Estado Docente lograba en el Liceo 7 de Niñas y el Liceo 5 de Hombres (José Victorino Lastarria).

A este engaño tenemos que sumar otros “premios a la calidad y la gestión de excelencia” de la administración municipal de Cristian Labbé.

Providencia es el paraíso de los pungas, ladrones, escaperos, lanzas, mecheros, cogoteros, cuenteros y todo tipo de mal vivientes alcohólicos. Sus índices de delincuencia y victimización son los más altos del país. Primera en robos con sorpresa y hurtos con violencia o intimidación. Primera en robos de automóviles, motos y bicicletas. Primera en inseguridad domiciliaria y robo con fuerza en la vivienda. Providencia es la Comuna que presenta la mayor tasa de delitos de mayor connotación social de Chile. Ese solo hecho justifica todo premio.

Adivinos, exorcistas y vendedores ambulantes repletan las veredas de las principales avenidas. Mendigos, vagos y dementes tienen domicilio permanente en calles,  plazas y parques donde las esculturas son baños, las piletas lavaderos y el mobiliario urbano dormitorio. Algunos rincones, accesos al metro y pasos bajo nivel, camarines para cambio de sexo de travestís prostitutos nocturnos.

La trata de Blancas florece en los numerosos prostíbulos de fama internacional y departamentos de citas plagan edificios completos. Las personas se prostituyen en la calle, por teléfono, a domicilio, en hoteles galantes y de turismo.  Todos estos “servicios” se avisan en Diarios de circulación nacional siendo la palabra PROVIDENCIA sinónimo de calidad y excelencia. Garantía de total satisfacción del  “más alto nivel”.

En algunos sectores de la comuna se pueden contar en una cuadra, más de una docena de locales con patente de expendio de droga alcohólica.  Los escándalos y riñas de sus clientes son el pan de cada día en vecindarios declarados “mixtos”. Donde tienen que convivir, vecinos pacíficos y trabajadores, con el ruido del frenesí nocturno que no les permite conciliar el sueño.

También como ha sido exhibido en la Televisión pública, en departamentos de Providencia se “Cocina” pasta base de cocaína para ser distribuida a traficantes de las poblaciones marginales. 

En Providencia; de la delincuencia no se salvan siquiera los sectores más exclusivos. Recordemos a un Cura Párroco de esa Comuna de apellido Karadima que está condenado por el Vaticano a presidio perpetuo en régimen de aislamiento por haber abusado sexualmente, en forma reiterada, de decenas de jóvenes a su cargo.

Ante esta muestra de “la calidad de su gestión de excelencia” el Sr. Alcalde de  Providencia puede vanagloriase de: no dar seguridad a los transeúntes y residentes, explotar a los alumnos con fines de publicidad y otorgar patentes para la libre expresión de las más bajas, abyectas y viles conductas. Una actitud descarada… Y lo más importante: IMPUNIDAD ANTE LA LEY.

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